domingo, 28 de abril de 2013

Querido perfecto extraño...


No hay nada que no sepa a ti, que no huela a ti, que no respire de ti, que no suene a ti, que no viva de ti, que no susurre por ti, que no hable de ti, deseo que no nazca de ti, todo de ti, yo de ti, yo de ti, de ti, de ti, solo de ti...

Dicen que elegí inconscientemente un lugar para esconderme, dicen siempre lo hago, que soy buena huyendo cuando caigo rendida, cuando pareciera darme por vencida, pero es  solo como saborear el rincón vacío de una habitación entre la nostalgia y el desprendimiento del miedo.
Hoy escurre entre mis dedos la necesidad de sentirte como si te hubiese tenido, como si las palmas de mis manos recordasen la silueta de tu pantalón aferrado a tus caderas, como si mi nariz recordara el olor de tu pelo y mis labios el sabor de tu aliento, sin embargo, el eco del silencio y la mitad de mi cama me recuerdan que nunca te han tocado las yemas de mis dedos, ni mi nariz se ha embriagado con el olor de tu pelo y mis labios, mis labios sedientos ilusos enamorados, perplejos se han quedado porque solo se aferran a mis sueños donde te beso. 
No sé, no sé cuándo te invite a compartir esta esquina de mi cama, tan cálida que enrojece a mis mejillas, tan ancha que sabe que un par de piernas largas hacen falta, un par de piernas idénticas a las tuyas, tus piernas perfectas para entrelazarse entre las mías, un par de piernas que me acompañen a disfrutar de esta ventana paralela a mi almohada, esa ventana que dibuja enamorada todas las noches un árbol iluminado por la danza de delicadas luciérnagas, esa danza que es perfecta función nocturna para dos completos y extraños.
No diré nada perfecto extraño, no diré nada, aún no es tiempo. Falta, falta un poco. Absoluto es el infinito y perfecto es el tiempo pero no ese tiempo que llevan algunos en la muñeca del brazo o en el bolsillo del saco. Absoluto es el espacio que te dedico en mis versos, te he encontrado perfecto y extraño, tan segura estoy que preparo el encuentro delicado, como el pájaro prepara el nido, como el sol se toma su tiempo para hacerle el amor a la luna y después eclipsarlo. 
Aún no estoy lista perfecto extraño, no estoy lista para ti pero poco a poco me preparo, me preparo...
Si escucharas este sonido, el sonido de los aviones  que pasan bajito como despegando o como aterrizando, yo prefiero escucharlos aterrizando y cierro los ojos pensando, imaginando que te estás acercando y que mis brazos te atrapan en un abrazo, todos los días lo hago, sobre todo en las noches perfecto extraño, y sonrío, sonrío imaginando.
Mi amor no debes tenerlo apresurado como casi todos lo hacen en estos tiempos, apresurarlo es empujarlo, es sobornarlo, es encerrarlo, encarcelarlo, desgastarlo, apagarlo, esfumarlo, crucificarlo, poco a poco maltratarlo para luego matarlo. Nuestro amor debe ser fuerte y delicado, eterno, soleado y perfumado, un lugar donde podamos refugiarnos. Tu amor y mi amor deben ser libres  para libremente sin ser amarrados, regresar al refugio de nuestras manos. 
Sé que te susurro estas letras al oído perfecto extraño y que tú las escuchas a lo lejos como si estuvieras recostado en mis piernas y yo susurrando y acariciando tu pelo, velando tu sueño , observando enamorada tu descanso.
Iré a ti despacito, suave y vendrás a  mi desarmado, con una suave sonrisa y una cálida caricia y será perfecto el tiempo, el nuestro, nuestro tiempo interminable, inquebrantable, listo, sereno, infinito será lo nuestro. Mientras tanto sigue ahí sintiendo mis manos acariciar tu pelo y en tus sueños mis besos, para eso sirven los sueños, para enamorarnos.
Deja que desde este minúsculo rincón de la tierra, que desde el espacio se observa un poco apretado, termine la espera. 
Mis manos ya son tuyas, también mis caderas, mis pies, mis venas, mi cama, mi mesa, mi tercer piso, mi lámpara de cabecera, todo eso ya es tuyo como tuya es mi espera, solo espera a que crezca, que dentro de mi pecho crezca todo lo que por ti espera. 
Me despido esta iluminada noche perfecto extraño, pero me despido terrenalmente, me montaré en la luna que nos aguarda inquieta, allí te veré esta noche, daremos un paseo y después, lo que surja.
Hoy soy tuya; hoy, mañana y siempre, siempre, siempre tuya. 
 
Hoy que ya no sé si estoy en mi cama o en la tuya..... 

            Siempre, siempre soy tuya.