domingo, 13 de enero de 2013

Una respuesta...


"Se debe tener mucho valor para soltarse al vacío sin arnéz desde lo más alto" fue lo que grité con el pensamiento y no con la boca cuando observábamos al hombre que trepaba hasta la punta de una antena de telecomunicación, la que por cierto se convertía oficialmente en nuestra "vecina empresarial" y parte de mi paisaje cotidiano. Mencioné que lo dije con el pensamiento y no con la boca  ya que el contexto de oficina es el menos indicado para exponer tus deseos privados y parecer lo menos normal posible.

Justo en el momento en que dejé de observar a mi valiente hombre de la antena y regresaba cara a cara con el monitor de mi computadora, un curioso sonido llamó mi atención y una intrépida notificación anunciaba la llegada de un mensaje a mi aburrida cuenta de correo.

Al abrir el correo, leí lo siguiente (textualmente, sin cambios):

"Es algo que se me está ocurriendo en este momento, todo nace de una palabra, de la palabra a la que le siguen puntos suspensivos, de la incertidumbre, del funeral de los mensajes y las llamadas telefónicas, de la condena de los recuerdos y su confinamiento a las repisas, de las promesas no cumplidas y el asesinato del pronto...Surge del vacío que queda entre ti, entre mi...
Esa palabra escrita, esas letras que juntas tienen un significado digno, orgulloso y con sentido. Esos caracteres que nos limitan a trascender como personas… o como quimeras.  Somos un juego de palabras, tú y yo, un juego de interpretaciones, una promesa en el aire dibujada por la palabra… hablada.  
Una palabra no dicha, no escuchada, y es que somos cómplices, somos pecadores de carne y hueso, somos jugadores al albur del “que tal si...”. Somos una especie en peligro de extinción, mejores amigos, peores enemigos, somos la promesa no cumplida, captores del mañana,  seguidores del probablemente… 
No confiamos en los puntos suspensivos que le siguen a cualquier palabra, esperamos que nunca llegue un punto final, estamos ahí, tú y yo, escondidos bajo las sombras, disfrazados, pretendiendo ser algo que tal vez no somos, y es que le falta un mes a nuestros calendarios, como un suspiro, como una añoranza, como las ganas de entrelazar nuestros sonidos, de mezclar nuestros aromas, sin embargo, alguien nos robó el mes de noviembre… pero seguimos aquí, seguimos siendo cómplices, el uno para el otro, sin decir nada, leyendo entre líneas e improvisando este guión, con la incertidumbre del mañana, pero quedan los recuerdos, quedan las promesas vacías, queda la esperanza y con miedo a la verdad nos decimos mentiras. Dejo de ser tú y dejas de ser yo. 
Nos separa ahora la funesta puesta de la realidad, esa realidad que nos vuelve a la levedad de la vida, a la levedad de las cosas materiales, a lo aburrido de la rutina, una vez más a la promesa del mañana, seguimos siendo cómplices, viviendo en lo que pudiera parecer una mentira…. " (N)

...

El amor es algo que hasta mi presente no he podido describir, ni tengo intención de hacerlo y ojalá la definición no llegue a mis adentros, solo sé que viene en diferentes presentaciones, un ejemplo claro es la complicidad que existe entre el dueño del correo que llegó a mi bandeja de entrada y una servidora.
Después de leer sus letras, 34 veces para ser exacta, llegué a la firme conclusión de que debía responder pero no era una respuesta directamente para él sino para los dos. 

La respuesta:

Heme aquí ahora resumiendo la historia compuesta por dos espectadores, la historia de dos actores y sus adicciones, sus pecados, sus letras, los placeres, los rituales, el silencio, la algarabía, la premura, la espera, la intriga, el deseo, la pasión, el sueño. Un par de vidas a distancia que al encontrarse forman una explosión, crean ondas de expansión que celosos comparten únicamente con el universo. Tú eres mi vértigo y yo el tuyo, eres el espejo que me ve desnuda, no únicamente desnuda de cuerpo sino desnuda también de pensamiento, esa desnudez que se comparte en la inmensidad de cuatro paredes con la soledad, la única compañía.
Eres el interminable deseo que comienza desde la punta de los dedos de mis pies, la sangre que calienta mis venas, eres ese algo que hace cerrar los ojos y volar, volar...
Somos también un arma peligrosa que se debe manejar con delicadeza, rechazamos el "juntos para siempre" pero aceptamos caer en la tentación de nunca borrar el punto final que sutilmente has mencionado.
Entre tú y yo no existe la rutina, no hay títulos ni firmas, solo promesas sin fecha de caducidad, pero no importa, nunca ha importado. Hemos creado un propio lenguaje que comprendemos aún estando lejos, aún sin hablar.
Ésta es la mentira más verdadera que tenemos, la mejor de todas, porque al final sabemos que no hay un solo ser humano plantado en esta tierra que tenga la sensatez de un cristal.
Yo te pido que seas sincero, tú me mientes pensando que te creo y yo te creo fingiendo que lo hago, y lo mejor de todo es que lo sabemos.
Te pido, te imploro, te suplico, con esa súplica de quien espera ser escuchado, que ésta sea la primera y la última vez que intentemos desarmarnos, porque no hay más hermosa perfección que la de nuestro imperfecto desastre. Si me escribes que sea para encontrarnos, si me llamas que sea para inmacular  o satanizar al mundo, si me tocas que sea para quitarme la ropa, si me miras que sea para decirme con tus ojos grandes y profundos el mensaje que de sobra saben los míos…

Estoy exhausta, no hay más que decir por ahora, no importa si otra persona lo ha leído y no lo comprende o si alguien se siente identificado, es lo de menos, solo sé que hasta este punto sus ojos, los de él, ya lo han leído. 

"Se debe tener mucho valor para soltarse al vacío sin arnéz desde lo más alto... él cree que algo nos separa pero en realidad no nos separa nada".


miércoles, 9 de enero de 2013

Cuando mueres.


Un pedacito de tu ausencia y mi nostalgia.

Cuando mueres...

Cuerpo traslúcido masculino, te llaman mis manos
te busca mi vientre azul marino, mi piel, mi cama
el pedazo de alfombra te recuerda enamorado.
Sueño tus ojos cafés por la mañana, verdes por la noche,
cristalinos cuando tu alma habla.
Suspiro en el recuerdo de tu camisa tatuada de mi aliento,
en mi cuerpo...
Eres sombra persiguiendo mis pasos, nube oscura,
eres todas las palabras llenas de poesía,
el sentido del humor de aquella tarde de domingo.
He convertido al silencio en compañía
que sigue sin hablarme, tal vez preferia el aroma de tu voz...
Te buscan también las alas de mi almohada,
bajo las sábanas que acorralaban a tus pies,
te busca el tema repleto de frases regaladas
con las comas, los acentos y el punto final mintiendo.
¿en qué lugar te escondes?.
... en el que vas muriendo